El aumento de la esperanza de vida y con ello el envejecimiento de la población está unido al aumento del uso de tratamientos terapéuticos, por la mayor prevalencia de enfermedades crónicas en edades avanzadas. Por añadidura, la cronicidad implica un reto de calidad en la atención, ya que las personas que padecen enfermedades crónicas están más expuestas a recibir cuidados subóptimos y a sufrir efectos farmacológicos adversos.
No cabe duda de que el paciente está adquiriendo cada vez mayor relevancia a la hora de gestionar su enfermedad. Cada vez es más frecuente que los ensayos clínicos que evalúan tratamientos y las intervenciones sanitarias incorporen lo que se ha denominado como “resultados reportados por los pacientes”, o PRO (patient reported outcomes). La FDA define a los PRO como cualquier información del estado de salud de un paciente que proviene del propio paciente sin que medie una interpretación de esa respuesta por parte de un médico u otra persona. Los PRO proporcionan una perspectiva del paciente sobre el beneficio del tratamiento, mide directamente ese beneficio más allá de la supervivencia o la morbilidad, y a menudo reflejan los resultados que más le importan al paciente. Es por ello que en determinadas patologías o situaciones clínicas, los PRO pueden ser consideradas las variables principales de medida, toda vez que puede ser difícil la utilización de variables de resultado más “objetivables” (por ejemplo, en insomnio, disfunción sexual, dolor, etc.). Además de la medida de la calidad de vida o la discapacidad, un tipo de PRO que es evaluada frecuentemente es la satisfacción del paciente con el tratamiento o con la atención recibida. Así, puede ser argumentable que un paciente que está satisfecho con su tratamiento, o al menos que su tratamiento interfiera lo menos posible en su vida, podría obtener mejores resultados en la gestión global de su patología.
La evidencia científica muestra que las personas que autogestionan su enfermedad, habiendo recibido apoyo para conseguirlo, consiguen mejores resultados en el control de la misma que aquellos que no lo hacen. Para conseguir este fin se puede utilizar una amplia gama de intervenciones de educación estructurada. Esta gestión se ve favorecida en el contexto de un equipo multidisciplinar y en el que se hace partícipe al paciente en la toma de decisiones con respecto al tratamiento más adecuado para su enfermedad.
En el pasado congreso de la SEFAP celebrado en Madrid en octubre de 2012, el poster que lleva por título “Análisis descriptivo de la satisfacción con el tratamiento de la diabetes de pacientes diabéticos tipo 2 polimedicados tras una intervención farmacoterapéutica” recibió el premio del jurado al mejor póster. En esta comunicación se exponen los resultados preliminares de un ensayo clínico que se está llevando a cabo sobre la mejora del uso de la medicación en pacientes diabéticos tipo 2 (DM2) polimedicados, mediante un abordaje multidisciplinar en el que participan farmacéuticos de atención primaria.
Este proyecto se enmarca dentro de la estrategia del Programa de Mejora de la Calidad en la Atención de Pacientes Crónicos y Polimedicados impulsado por el Ministerio de Sanidad (2009) y muy en la línea de la estrategia para abordar el reto de la cronicidad en Euskadi.
En esta comunicación se analiza el grado de satisfacción de los pacientes DM2 polimedicados (5 o más medicamentos prescritos de manera crónica) antes y después de una intervención farmacoterapéutica. Dicha intervención consiste en ofrecer educación sanitaria y realizar una revisión exhaustiva de la medicación con el objetivo de detectar incumplimiento, prescripciones o dispensaciones inadecuadas, duplicidades, infra o sobredosificaciones, interacciones, etc.
Se trata de un análisis descriptivo transversal de la cohorte intervención en el que se utiliza como herramienta el cuestionario Diabetes Treatment Satisfaction Questionnaire (DTSQ) validado en castellano. Este cuestionario consta de 2 partes:
- DTSQs: Se utiliza en la visita inicial y tiene 6 preguntas sobre su satisfacción con el tratamiento de la diabetes (que el paciente valora de 0 a 6, puntuación global de 0 a 36) y otras 2 que miden la frecuencia percibida de hiper e hipoglucemias en un momento determinado del tiempo que no se han empleado en este análisis.
- DTSQc: Se utiliza en la visita de seguimiento, tras la intervención. Las preguntas son las mismas que en la versión anterior, pero en esta ocasión el paciente valora el cambio en su satisfacción con respecto a la visita inicial, la puntuación va de -3 al 3. Puntuación global del cuestionario: -18 a 18.
En nuestra muestra, la puntuación media basal de los pacientes fue 19,77 (de un máximo de 36 puntos) y tras la intervención hubo una mejoría de la satisfacción de +11,17 (de una puntuación posible entre -18 y +18). En líneas generales podría concluirse que los pacientes diabéticos tipo 2 de nuestra muestra no están completamente satisfechos con su tratamiento, pero que tras una primera intervención farmacoterapéutica esa satisfacción aumenta de forma relevante.
Las puntuaciones medias por cada ítem del cuestionario de satisfacción se muestran en la siguiente tabla:
Satisfacción Pre-Intervención (DTSQs) |
Cambio en la satisfacción post-intervención (DTSQc) |
|
Satisfacción con el tratamiento actual |
3,27 (DE=0,89) (n=110) |
+2,17 (DE=0,98) (n=109) |
Comodidad/practicidad del tratamiento |
3,22 (DE=0,87) (n=110) |
+2,11 (DE=1,32) (n=108) |
Flexibilidad del tratamiento |
3,28 (DE=0,89) (n=110) |
+2,06 (DE=1,26) (n=109) |
Satisfacción con el grado de conocimiento sobre diabetes |
3,27 (DE=0,81) (n=110) |
+1,42 (DE=1,69) (n=110) |
Recomendación del tratamiento a otra persona |
3,24 (DE=1,12) (n=110) |
+1,23 (DE=2,14) (n=110) |
Satisfacción para continuar con el tratamiento actual |
3,38 (DE=1,13) (n=110) |
+2,26 (DE=1,13) (n=110) |
Puntuación media |
19,77 (DE= 4,48) |
+11,17 (DE= 4,48) |
El siguiente paso lógico a seguir será analizar el nivel de asociación entre la satisfacción del paciente diabético con su tratamiento y las variables clínicas y de resultado del ensayo, como por ejemplo, la hemoglobina glicosilada. La incorporación de las PRO establece un nuevo paradigma de relaciones entre variables y resultados de la investigación clínica.
Os dejamos el link a los pósteres del congreso y os animamos a seguir con el tema…
Entrada elaborada por Iñigo Gorostiza Hormaetxe, Leire Gil Majuelo y Paula Viñuales Barcina.
He leído con atención el poster y me gustaría conocer, si fuese posible, que en ha consistido la intervención mas allá de » una intervención farmacoterapéutica basada en la revisión exhaustiva de la medicación por parte de farmacéuticos de atención primaria.» ¿Han eliminado fármacos, han aunado tratamientos ….?
La intervención incluye tanto la revisión periódica de la medicación (aplicando también los criterios STOPP/START), la comunicación con el médico, la evaluación de la adherencia a los tratamientos y educación sanitaria que incluye el conocimiento de los pacientes de su tratamiento y su enfermedad. Al tratarse de un ensayo clínico que todavía no ha finalizado, no es posible aportar datos comparativos de resultados entre los grupos intervención y control. Puede encontrar información adicional en el poster L1-24 del congreso de SEFAP 2012, pero únicamente referidos a una submuestra del grupo intervención y por tanto, hay que tomar estos datos con la debida cautela.