Aprovechamos esta entrada para comentar un estudio publicado recientemente en la revista Atención Primaria que tiene por objetivo evaluar la adecuación del tratamiento farmacológico y realizar intervenciones para su mejora en una cohorte de pacientes pluripatológicos asistidos en atención especializada.
De acuerdo con los autores, no existen evidencias de cuáles son las inadecuaciones más características en el paciente pluripatológico. Por ello, creemos interesante comentar los resultados obtenidos. Se trata de un estudio descriptivo, prospectivo, de 21 meses de duración realizado en la atención especializada hospitalaria, en el que se seleccionaron los pacientes atendidos en una Unidad de Gestión Clínica de Atención Médica Integral de un área hospitalaria. Los sujetos seleccionados eran pacientes con un ingreso hospitalario u hospitalización domiciliaria reciente y sometidos a seguimiento ambulatorio en una unidad de día. La edad media de los pacientes fue de 76 años, con un promedio de 8 diagnósticos y 12 fármacos.
La evaluación de la medicación por parte del farmacéutico de hospital se realizó mediante la combinación del cuestionario Medication Appropriateness Index (MAI) modificado, como método implícito, y de la lista de los criterios Screening Tool of Older Person’s potentially inappropriate Prescription/Screening Tool to Alert doctors to Right Treatment (STOPP-START), como método explícito. Queremos aclarar que los métodos implícitos están basados en juicios clínicos, es decir, evalúan el tratamiento tomando en consideración todas las características del paciente, analizan si los medicamentos están correctamente prescritos y responden a una indicación/necesidad. Los explícitos, por su parte, están basados en las propiedades de los fármacos y miden si la prescripción se adapta a unos criterios predefinidos.
En los 244 pacientes pluripatológicos que constituían la población de estudio, se detectaron 840 inadecuaciones, siendo la mayoría, la presencia de interacciones. Respecto a los criterios STOPP, los más frecuentemente incumplidos fueron: la clase de medicamento duplicada y el uso prolongado de benzodiacepinas de vida media larga o con metabolitos de acción larga. Para los START, fueron la ausencia de IECA en la insuficiencia cardiaca crónica y de las estatinas y de los antiagregantes en la diabetes mellitus, en caso de que coexistan uno o más factores de riesgo. De los 240 pacientes en los que se realizaron intervenciones para la adecuación del tratamiento farmacológico, en un 56% (133) de ellos se obtuvo respuesta por parte del médico.
En el comentario editorial que lo acompaña he querido reflexionar sobre cómo reducir la prescripción de medicamentos inadecuados, cómo implantar un programa de revisión de la medicación y de qué herramientas de ayuda se dispone para sistematizar la evaluación de la adecuación de la medicación. La importancia de realizar una anamnesis farmacológica completa, para lo que se le puede decir al paciente que traiga en una bolsa todo lo que toma, incluyendo la medicación sin receta, vitaminas, suplementos y plantas medicinales. Es una manera práctica y sencilla de que el profesional pueda conocer exactamente todo lo que el paciente está tomando. Por otro lado, es una oportunidad para revisar la efectividad, los efectos indeseables y la adherencia a la medicación.
El estudio no está exento de limitaciones, entre las que destacamos la baja tasa de respuesta, probablemente condicionada por el fallo del circuito de comunicación. A pesar de ello, y como comentan los autores, el gran número de inadecuaciones detectadas pone de manifiesto la importancia de evaluar la adecuación del tratamiento farmacológico en el paciente pluripatológico. Para ello es recomendable utilizar una estrategia de intervención farmacéutica combinada, que incluya tanto un método implícito como uno explícito.
A pesar de la evidente necesidad, en la actualidad la revisión de la medicación no está generalizada en la atención primaria, medio asistencial en el que se sigue al paciente de forma longitudinal y en el que es imprescindible adaptar el tratamiento farmacológico ambulatorio a la situación particular del paciente en cada momento vital. Por ello, es imprescindible trasladar estas actividades de revisión de los tratamientos a la consulta del médico y del personal de enfermería de atención primaria, con la integración del farmacéutico de atención primaria. El procedimiento de la revisión de la medicación dependerá de cada servicio de salud y del tipo de profesionales que la realicen. Es importante disponer de herramientas integradas en la historia clínica electrónica que faciliten la sistematización de la revisión. Es importante establecer los circuitos de comunicación entre los diferentes profesionales sanitarios y la de éstos con el paciente. El médico de familia es quien debe realizar la revisión clínica de la medicación. El personal de enfermería debe ocuparse del seguimiento del uso que hace el paciente de los medicamentos (adherencia terapéutica, técnicas de administración) y del conocimiento que tiene el paciente sobre su tratamiento. El farmacéutico de atención primaria debe actuar como consultor en la revisión del tratamiento, especialmente en los pacientes más complejos.
Para realizar adecuadamente esta labor es importante disponer de sistemas de ayuda a la toma de decisiones clínicas integrados en el módulo de prescripción electrónica, como interacciones, alertas de dosis máxima y duplicidades, cálculo de dosis en caso de insuficiencia renal, contraindicaciones medicamento-medicamento, contraindicaciones medicamento-patología, alertas en caso de alergias a un medicamento, etc.
En la línea de desarrollar herramientas que posibiliten la revisión clínica sistemática de la medicación de pacientes complejos, destacamos el libro publicado por la SEFAP que revisa los aspectos básicos del abordaje de la medicación en el paciente crónico, como son la información al paciente, la conciliación, la revisión y la adherencia terapéutica. Así, por ejemplo, en relación a la revisión, propone un algoritmo que consta de diez preguntas a realizar para valorar la indicación, adecuación, efectividad, seguridad y adherencia del tratamiento farmacológico (ver páginas 109 y 110).
Cabe destacar la utilidad de este manual, pues puede servir de apoyo para el desarrollo de programas relacionados con la revisión y optimización de la medicación en el paciente crónico pluripatológico y polimedicado que se están llevando a cabo en algunas comunidades autónomas como Extremadura, la Comunidad de Madrid o Cataluña. El estudio que hemos mencionado al principio de esta entrada nos indica que ese es el camino a seguir. Por ello, apostamos por la revisión de la medicación de los pacientes pluripatológicos en el ámbito de la atención primaria como estrategia prioritaria de seguridad del paciente.
Entrada elaborada por Eladio Fernández Liz
Podeis añadir Galicia a las CCAA donde los FAP revisan polimedicados
Gracias por la información, pero en la entrada se hace referencia (a modo de ejemplo) a tres CCAA en donde hay en marcha un Programa de Polimedicados, programas que comprenden otras estrategias y actividades realizadas por el equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios de atención primaria además de la revisión de tratamientos. No se hace referencia a si los FAP de esas CCAA revisan tratamientos de pacientes pluripatológicos. Gracias. Un saludo.
Y en Galicia hay un programa de polimedicados donde participan médicos, enfermeros y FAP, y que está incluído dentro de los objetivos de los programas de gestión. No veo las diferencias.
Como ya se ha comentado, en la entrada se hacía mención a tres CCAA a modo de ejemplo. Gracias.