Es difícil describir la experiencia de intercambio Hope en unas pocas líneas, así que mi intención será dejar algunas pinceladas y ponerme a disposición de los lectores para ampliar información a través de este blog o en el Servicio de Farmacia de Atención Primaria donde trabajo (Dirección Asistencial Noroeste de Madrid).
El programa consiste en un intercambio profesional entre sanitarios europeos organizado por la Federación de Hospitales y Servicios de Salud europeos y en nuestro caso muy bien coordinado desde el Ministerio por Asunción Ruiz de la Sierra, con el objetivo de aprender la gestión de los sistemas sanitarios de nuestro continente, dentro de una línea temática que en el año 2013 consistió en la Seguridad del Paciente.
Mi rotación se inició en Helsinki, capital del país anfitrión, que como sus vecinos nórdicos disponen de un sólido sistema sanitario en el que destacan además de la universalidad y la equidad, potentes estructuras públicas y una buena red de Atención Primaria. Tras una jornada de orientación donde se constituyó el grupo de trabajo formado por 14 diferentes profesionales europeos del ámbito de la salud, me aguardaban mis hasta entonces desconocidas ciudades anfitrionas: Kuopio y Joensuu, localidades entre lagos que me inundaron de amabilidad, atención, formación, conocimiento y naturaleza.
Por centrar un poco el tema en la farmacia, comentar que como en la mayoría de los países no existe la figura de un FAP como tal, aunque sí hay farmacéuticos integrados en los Servicios de los Hospitales que se encargan exclusivamente de la gestión de los medicamentos de los botiquines de los centros de salud. Sin embargo, nuestro trabajo despertó gran interés entre los finlandeses o así lo percibí en las presentaciones que desarrollé tanto en el Hospital de Kuopio, como en la Facultad de Farmacia de la Universidad del Norte de Carelia que nos consideraban sin dudar, farmacéuticos clínicos especializados en el paciente crónico.
En este sistema, muy avanzado en muchas líneas sanitarias, llama la atención lo desdibujado que se presentan los programas de uso racional y seguro de medicamentos en ambos niveles asistenciales, a pesar de que las farmacias de los hospitales se levantan alrededor de descomunales instalaciones futuristas. Aunque cuentan como en los países anglosajones con farmacéuticos integrados en las plantas son, desde mi punto de vista, poco resolutivos. Tal vez se pueda a achacar a que su tarea está más enfocada a la dispensación o quizá porque estos Ward Pharmacist finlandeses son graduados en farmacia, cuya formación corresponde a tres años de estudios universitarios, mientras que sus homólogos dedicados a otras funciones y ubicados en la farmacia del hospital han completado al menos una licenciatura de 5 años.
Las conclusiones de la rotación se plasman en un trabajo realizado por los equipos constituidos en cada país anfitrión y se presenta en un congreso que en el 2013 transcurrió en La Haya bajo el lema “Seguridad de pacientes en la práctica. Como gestionar los riesgos para la seguridad del paciente y la calidad en la atención sanitaria en Europa” cuya información, principalmente sobre estrategias de seguridad del paciente, se pueden consultar en este enlace.
En definitiva una oportunidad única de aprendizaje y una forma de abrir la mente y crear tanto redes profesionales como personales.
Entrada elaborada por Carlos Barreda