En un marco de infoxicación, expertización e intensa profusión de herramientas informáticas 2.0, surge más que nunca la necesidad de identificar expertos y recursos de calidad. En el ámbito científico-sanitario, estas herramientas pueden ser útiles para encontrar, compartir y difundir información, para aprender, para automatizar procesos y para potenciar la relación entre profesionales. El aspecto más novedoso es que a través del uso de algunas de estas herramientas, especialmente desde blogs y cuentas de Twitter, se generan espacios de debate más o menos público donde el pensamiento crítico puede aflorar de una forma totalmente nueva: interlocutores que antes nunca hubieran podido coincidir en un mismo espacio ahora tienen la opción de dialogar entre ellos.
El acceso a artículos y a documentos de literatura gris -a través de Google Scholar, Pubmed, TripDatabase-, se compagina con opciones de suscripción muy variadas, como la suscripción a Pubmed a través de MyNCBI para recibir alertas bibliográficas, la suscripción a RSS, la suscripción a TOCs (table of contents) para recibir los sumarios de revistas de máximo interés (como por ejemplo BMJ), la clásica suscripción a listas de distribución y la suscripción a servicios de información sintetizada como los que ofrecen MEDSCAPE y los Current Editor’s Picks. Estos últimos son boletines de grupos editoriales con publicaciones seleccionadas por editores de revistas, como por ejemplo el AHA/ASA Journal’s eNewsletter en el marco de la American Heart Association y la American Stroke Association.
La suscripción a un blog científico de calidad es una buena forma de acceder a una lectura a dos niveles: una visión crítica sobre un tema de actualidad y una lectura más académica de contenidos publicados en revistas científicas y en informes.Twitter sigue siendo el altavoz más inmediato de la actualidad y sirve para estar al día incluso sobre la publicación de un ensayo clínico. Una buena opción para empezar con esta herramienta consiste en seguir los perfiles de Twitter de revistas de prestigio, de sociedades científicas (@Sefap_FAP), de colegas de profesión y de eventos de interés. La identificación de stakeholders e influencers es básica especialmente aquí.
La relación entre personas que trabajan en ámbitos similares puede funcionar como una fuente indirecta de información de contenidos de interés. De este modo, LinkedIN permite compartir el curriculum vitae con otros profesionales y, además, acceder a información específica a través de grupos de LinkedIN. Estos grupos ofrecen una interesante circulación de información muy especializada, seleccionada por los mismos profesionales. Un buen ejemplo puede ser el grupo de LinkedIN Gestión Sanitaria. Otras opciones interesantes pueden ser las redes y bases de datos científicas ResearcherID, ResearchGate, Academia y NatureNetwork, que sirven también para compartir conocimiento, intereses y líneas de trabajo.
Las plataformas para la investigación como HUBzero y MyExperiment permiten compartir recursos y crear paquetes de herramientas. A un nivel más básico, herramientas colaborativas como Dropbox y OneDrive (anteriormente SkyDrive) son útiles para almacenar documentos. Elaborar y editar documentos en grupo puede ser más fácil con herramientas como GoogleDrive. Esta herramienta sirve para que varias personas puedan trabajar simultáneamente en un mismo documento y desde diferentes equipos informáticos; es una solución a los problemas habituales de trabajar con múltiples versiones de documentos enviados por correo electrónico.
La elaboración de una bibliografía con el gestor de referencias Mendeley permite almacenar y compartir archivos y marcar fragmentos de éstos, compartir artículos de interés y encontrar grupos de expertos que también hayan accedido a compartir sus bibliografías. Un valor añadido de Mendeley es que incluye información sobre documentos, autores, materias y referencias compartidas. Otra opción para gestionar referencias bibliográficas puede ser Zotero.
Compartir enlaces web, material docente, presentaciones y wikis son otras formas de difundir información y ponerla a disposición de otros internautas. Delicious y Diigo permiten compartir enlaces web y Digg permite compartir enlaces de noticias. El acceso a cursos actualmente se puede realizar a través de MOOCs (Massive Massive Open Online Courses) como pueden ser Coursera y a través de plataformas de aprendizaje online como Wiziq. Los TED Talks ofrecen una buena forma de acceder a información divulgativa de calidad en formato audiovisual. Las presentaciones se pueden compartir con SlideShare y con Prezi, recurso que, además, ofrece una forma diferente de presentar la información basada en zooms y mapas conceptuales. Fuentes de información divulgativa y colaborativa como las wikis permiten aglutinar conocimiento y actualizarlo en comunidad; un buen ejemplo sería WikiSanidad.
A medio camino entre el ámbito de la documentación y de la vigilancia estratégica, hay herramientas de content curator como Scoop.it que pueden ser muy útiles para seleccionar y filtrar información con el objetivo de ofrecer contenidos útiles a un usuario final con unas necesidades de información específicas. Como ejemplo, presentamos un recurso elaborado con esta herramienta que pretende hacer un seguimiento de las diferentes alertas de seguridad en nuestro ámbito. Alertas de seguridad de fármacos es una herramienta de herramientas que ofrece una selección de alertas y de noticias potencialmente relevantes sobre la seguridad de los medicamentos, con el vínculo a la información original. De la forma más automática posible, se recopilan y se filtran contenidos de calidad de recursos existentes -que son muchos y bien conocidos- y se da valor a la selección y a la difusión de estos contenidos. En definitiva, se realiza el seguimiento de distintas fuentes de información, se filtran contenidos y se comparten.
El sistema optimiza las búsquedas en distintas fuentes de información. El valor añadido de esta herramienta es que incluye fuentes de información formales y contenidos de literatura gris, como boletines o blogs de expertos. Otro valor añadido es que la selección de contenidos relevantes puede estar orientada hacia un público concreto y, en este caso, la herramienta se centra principalmente en medicamentos de uso en atención primaria.
En los tiempos 2.0 hay múltiples formas de compartir conocimiento, bibliografías, enlaces web, presentaciones y recursos útiles. El uso de herramientas social media en ámbitos específicos (Ciencia 2.0, Farmacia 2.0) tiene como punto fuerte la posibilidad de dar acceso a espacios de debate que antes no existían o que no estaban disponibles para el gran público, mientras que las limitaciones de este tipo de herramientas son la dependencia de la conexión a Internet y el propio ciclo de vida de cada herramienta. A menos que decidamos convertirnos en luditas (o neoluditas), no hay escapatoria: el avance tecnológico y su inherente superposición de soluciones ofrecidas por herramientas diversas es un síntoma más de la baumaniana sociedad líquida que vivimos, para mal y para bien (y mejor que sea para bien). En cualquier caso, el debate está servido (aquí, aquí, aquí y aquí) y continuará.
Entrada elaborada por Marta Millaret Senpau
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