Tenéis disponible en la página web de la SEFAP el documento que hemos elaborado con nuestra visión sobre cómo ha de ser la gestión farmacoterapéutica integrada. El objetivo del mismo es definir nuestro posicionamiento en el desarrollo de estrategias de coordinación e integración clínica y asistencial en el Sistema Nacional de Salud y su operatividad en los servicios farmacéuticos asistenciales. Los nuevos (y no tan nuevos) retos a los que se enfrenta nuestro Sistema Sanitario, como son el incremento de la cronicidad y de la polimedicación, hacen aún más necesario que el Sistema Sanitario funcione como un TODO. En este documento explicamos cómo entendemos que ha de ser el funcionamiento integrado de los diferentes ámbitos de atención (hospitalaria, primaria, comunitaria).
Aunque a lo largo de este post os desgranaré los puntos más importantes del posicionamiento, os recomiendo que cuando lo leáis no perdáis nunca de vista los dos mandamientos en los que se resumen todas nuestras recomendaciones: el primero, el paciente ha de ser siempre el eje del sistema, sobre el que deben rotar todas nuestras actividades. Y el segundo, sea cual sea el modelo de integración de servicios que se diseñe ha de perseguir siempre la coordinación de actividades, ya que es la única manera de sumar esfuerzos para multiplicar resultados.
Los puntos más importantes de nuestro posicionamiento los podemos resumir en los siguientes:
– La gestión del medicamento desde una perspectiva clínica integrada requiere concertar los cuidados farmacoterapéuticos entre los diferentes agentes que participan, de forma que se garantice una atención centrada en el paciente capaz de integrar coherentemente las decisiones y cuidados terapéuticos que se producen en el continuo asistencial.
– La organización de los servicios farmacéuticos asistenciales en un modelo integrado debe perseguir una gestión óptima de los recursos farmacológicos desde la perspectiva individual y poblacional.
– En los modelos organizativos integrados los servicios asistenciales farmacéuticos deben actuar como catalizadores de todas aquellas actividades vinculadas con el uso de medicamentos entre profesionales y entre profesionales y pacientes.
– Para actuar de manera efectiva sobre sus clientes internos y externos, los servicios farmacéuticos deben establecer el adecuado nivel de comunicación y coordinación entre ellos y con el resto de escalones asistenciales.
– El desarrollo de modelos organizativos integrados debe promover la coordinación y la correcta dimensión de los servicios farmacéuticos asistenciales sin perder la responsabilidad funcional específica de cada ámbito. No se trata de diluir funciones y responsabilidades sino de compartirlas y concertarlas.
– Los modelos organizativos integrados deben definir la política de medicamentos, planificar estratégicamente los servicios para darle respuesta y dimensionar funcionalmente los requerimientos operativos y de coordinación.
– Para hacer operativa la atención farmacéutica en los modelos organizativos integrados se deben adecuar los recursos en base a las responsabilidades de cada ámbito asistencial, promover la participación de todos los servicios farmacéuticos y conseguir su coordinación interna y externa.
– La centralidad y preponderancia de la Atención Primaria de Salud como modelo de gobierno clínico en los desarrollos organizativos que persiguen la integración es válida también para los servicios farmacéuticos y para la gestión clínicamente integrada de la farmacoterapia.
– Los servicios farmacéuticos de atención primaria, además de su papel específico en este nivel asistencial, deben aportar al conjunto la visión y responsabilidad poblacional, la incorporación del concepto familiar y comunitario en los servicios farmacéuticos y la coordinación con otros ámbitos asistenciales farmacéuticos y no farmacéuticos.
– El farmacéutico de atención primaria debe desarrollar un papel de “farmacéutico de enlace” que limite el riesgo de las transiciones entre niveles y responsabilizarse de ejercer de cadena de transmisión de las políticas de medicamentos hacia arriba y hacia abajo.
– Los servicios farmacéuticos de atención primaria deben centralizar y dinamizar las políticas de medicamentos a nivel poblacional, desarrollar los elementos necesarios para hacerlas operativas y conseguir la adecuada coordinación entre los entornos asistenciales, farmacéuticos y no farmacéuticos, en relación con la utilización de medicamentos, y coordinar el desarrollo de servicios de atención farmacéutica.
– La existencia de servicios farmacéuticos de atención primaria adecuadamente dimensionados para el cumplimento de sus funciones es un elemento esencial en el desarrollo de los modelos organizativos integrados, y por ello su papel en estas organizaciones debe ser central y difícilmente sustituible.
– Los objetivos del Sistema Nacional Salud, en cuanto a la integración clínica y asistencial, deben ser visualizados como un elemento central del proceso de formación de los farmacéuticos, de forma que se garanticen, en cada ámbito de responsabilidad, las capacidades y habilidades necesarias para dar respuesta a los contenidos clínicos individuales y poblacionales que requiere nuestro sistema de salud.
Esperamos que este documento pueda servir de ayuda a los responsables del establecimiento de las políticas sanitarias (nacionales y autonómicas) a la hora de establecer las futuras acciones sobre integración que se vayan a poner en marcha.
Para finalizar, quisiera expresar mi agradecimiento a los autores de este documento (Arantxa Catalán, Ester Amado, Luis Segú y Javier Martínez) por el excelente trabajo realizado.
Entrada elaborada por Ángel Mataix Sanjuan
Presidente de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria