La homeopatía está de moda. Pero no porque cada día se emplee más —al contrario, las ventas del principal fabricante europeo caen en picado—, ni porque se haya publicado un ensayo clínico que demuestre su eficacia, ni porque los productos homeopáticos en nuestro país hayan salido de su limbo legal. La homeopatía está de moda porque cada vez más profesionales sanitarios la rechazan y denuncian el engaño que supone esta pseudoterapia.
Los primeros posicionamientos en este sentido vinieron del anterior presidente de la Organización Médica Colegial, que en marzo de 2016 calificaba a la homeopatía como “ilusoria y engañosa, sin ningún tipo de evidencia científica a su favor”. Parecía que algo se movía en el colectivo médico.
Dentro de la profesión farmacéutica, el pistoletazo de salida lo dio el colectivo Farmaciencia, que nacía en septiembre de 2016 y que conseguía recoger las firmas de un pequeño grupo de farmacéuticos, de diversos ámbitos profesionales, solicitando a los representantes del mundo de la farmacia que pusieran en marcha las acciones necesarias para expulsar a la homeopatía del ejercicio profesional. Aunque los firmantes eran poco más de 100 farmacéuticos, se trataba de la primera vez que unos cuantos profesionales se atrevían a alzar la voz. Llovieron muchas críticas, se armó revuelo en las redes sociales y algunos lo vieron como un ataque al colectivo —mejor lavar los trapos sucios en casa, defienden algunos—, pero en poco tiempo el movimiento de denuncia tuvo sus primeros frutos y dos sociedades científicas (la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria) se sumaron al rechazo de la homeopatía en sendos comunicados. La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria tardó algo más en posicionarse y, aunque de forma bastante tibia, también mostró su desacuerdo con la comercialización de estos productos. Que el colectivo Farmaciencia haya conseguido movilizar a las tres principales sociedades farmacéuticas por un mismo objetivo es un hecho sin precedentes y de gran relevancia.
Algunas universidades también han reaccionado a esta corriente de opinión y en poco más de un año se han cancelado tres cursos de postgrado sobre homeopatía en las universidades de Barcelona, Valencia y la UNED. Se pierde así parte del apoyo académico que tanto prestigio y respaldo aportaba.
Algunos farmacéuticos pueden pensar: “qué más dará, si total no sirve para nada… tonto aquel que se deja engañar y la compra”. Pero el problema es más complejo que eso. Aun asumiendo que son productos sin actividad terapéutica, pueden provocar daño en el paciente en caso de que éste decida decantarse por la homeopatía en detrimento de otros medicamentos, reduciendo su adherencia a un tratamiento eficaz e incluso provocando su suspensión. Además, y debido a la falta de regulación legal, no es fácil separar la verdadera homeopatía (aquella que contiene un principio activo en cantidades infinitesimales) de otros productos ilegales que sí pueden contener fármacos activos susceptibles de provocar reacciones adversas. Y lo más importante, la homeopatía rompe las garantías deontológicas de la relación farmacéutico-paciente, en las que el profesional se compromete a dispensar y aconsejar sobre medicamentos con un balance beneficio/riesgo contrastado.
El colectivo Farmaciencia se ha constituido en asociación, prometiendo continuar denunciando la falsedad de las supuestas ventajas de la homeopatía con nuevas acciones. Por el momento ya nos han regalado unos momentos divertidos a cuenta del aniversario, el pasado 10 de abril, de los 262 años del nacimiento de Samuel Hahnemann —el médico alemán que inventó, literalmente, la homeopatía— y que los defensores de esta pseudoterapia declararon como Día Internacional de la Homeopatía. Farmaciencia lanzó una campaña en redes sociales con la etiqueta #HomeopatíaGratis y un cartel en el que se decía “Lo cura todo y está fresquita: sírvase usted mismo”, instando a que la gente tuitease fotografías de dicho cartel colocado en fuentes públicas. La campaña se ha desarrollado con gran éxito y da idea de que el mensaje va calando.
Al final va a resultar que la homeopatía sí sirve para algo. Curar no cura nada, pero seguro que ayuda a combatir los calores veraniegos.
Entrada elaborada Cecilia Calvo Pita, responsable del servicio de farmacia del centro de atención integral a la discapacidad Oncineda.
La autora trabaja actualmente en el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. La publicación de esta entrada se ha realizado con carácter personal y no tiene por qué representar la posición de la organización en la que desarrolla su actividad profesional.