Antes de cerrar el ordenador y desconectar los dispositivos móviles para hacer maletas y empezar las vacaciones de verano, la playa y el sol, os dejamos con este resumen sobre los medicamentos fotosensibilizantes.
Existen más de 300 fármacos -muchos de uso habitual- que pueden producir fotosensibilidad: reacciones anormales en la piel mediadas por la exposición solar. En esta época del año tan soleada es especialmente importante recordar cuatro nociones básicas acerca de la fotosensibilidad inducida por fármacos.
Fotosensibilidad, fototoxicidad y fotoalergia inducidas por fármacos: ¿qué son y en qué se diferencian?
La fotosensibilidad es una reacción cutánea producida por la interacción entre un compuesto químico fotosensibilizante (en este caso, el fármaco: ya sea tópico o de administración sistémica) y la exposición a la radiación electromagnética de espectro comprendido entre la luz visible y la radiación ultravioleta (UV).
Puede manifestarse como reacciones fototóxicas y/o fotoalérgicas, en función del mecanismo fisiopatológico y sus manifestaciones clínicas:
Fototoxicidad | Fotoalergia |
95% de las reacciones de fotosensibilidad | 5% de las reacciones de fotosensibilidad |
Reacción no inmunológica | Reacción inmunológica de hipersensibilidad retardada, tipo IV |
Sin necesidad de sensibilización previa | Es necesaria la sensibilización |
La reacción depende de la dosis | Puede aparecer reacción con dosis mínimas |
Reacción inmediata después de la exposición | Reacción retardada (>24 h) después de la exposición |
Apariencia de quemadura solar intensa | Apariencia eccematosa, tipo dermatitis de contacto |
Localización únicamente en zonas expuestas | Posible diseminación generalizada |
Necrosis epidérmica con alteración en la pigmentación | Espongiosis epidérmica, inflamación de la dermis sin alteración en la pigmentación |
Y los pacientes de piel oscura, ¿tienen menor riesgo?
Contrariamente a la creencia popular, las evidencias epidemiológicas demuestran que este tipo de reacciones aparecen con más frecuencia entre pacientes con pigmentación de la piel elevada.
Además, existen algunos grupos poblacionales especialmente susceptibles:
- Pacientes con dolor crónico, especialmente los tratados con antiinflamatorios no esteroideos de forma recurrente
- Pacientes oncológicos sometidos a tratamiento quimioterápico reciente
- Pacientes psiquiátricos en tratamiento crónico con fenotiazinas
- Pacientes con infecciones crónicas, especialmente aquellos tratados con quinolonas
- Pacientes hipertensos o con alguna cardiopatía, en tratamiento con diuréticos tiazídicos
- Ancianos y pacientes inmunodeprimidos
No hay que olvidar que el bronceado natural tiene una capacidad de protección pequeña frente a las radiaciones UVB, e inexistente frente a las UVA.
¿Qué fármacos pueden producir fotosensibilidad?
A continuación os listamos una tabla-resumen (fuente: Butlletí Farmacovigiliància Catalunya. 2019;17(2)) con los principales fármacos causantes de estas reacciones. Sin embargo, no son los únicos: es imprescindible consultar siempre la ficha técnica.
Antimicrobianos | Fluoroquinolonas y ácido nalidíxico |
Tetraciclinas: tetraciclina, doxiciclina, minociclina | |
Sulfonamidas: cotrimoxazol, sulfasalazina | |
Cefalosporinas: cefotaxima, ceftazidima | |
Antifúngicos: griseofulvina, voriconazol, itraconazol | |
Fármacos para la tuberculosis: isoniazida, pirazinamida | |
Antipalúdicos: quinina, cloroquina, hidroxicloroquina, atovacuona/proguanil | |
Fármacos para la hepatitis C/VIH: inhibidores de la transcriptasa inversa (efavirenz, tenofovir), de la proteasa (simeprevir) y de la polimerasa (faldaprevir) | |
Fármacos cardiovasculares | Tiazidas, furosemida, amiodarona, dronedarona, quinidina, IECA, estatinas, antagonistas de los canales de calcio (nifedipino, amlodipino, diltiazem), antagonistas del receptor de la angiotensina II |
Hipoglucemiantes | Sulfonilureas, metformina, sitagliptina |
AINE | Naproxeno, piroxicam, celecoxib |
Retinoides | Etretinato, acitretina, isotretinoína |
Psicofármacos | Antipsicóticos (clorpromazina, tioridazina), antidepresivos tricíclicos (imipramina, clomipramina), ISRS, venlafaxina, ansiolíticos (alprazolam, clordiazepóxido) |
Quimioterápicos | Inhibidores de BRAF (vemurafenib), inhibidores del VEGF (vandetanib, erlotinib), crizotinib, imatinib, fluorouracilo, tegafur, dacarbazina, taxanos, doxorubicina, vinblastina |
Otros | Pirfenidona, psoralenos, porfirinas, antihistamínicos (difenhidramina, mequitazina), eculizumab, leflunomida, mesalazina, tocilizumab, carbamazepina |
¿Qué información se debería dar ante la prescripción de alguno de estos medicamentos?
La prevención es fundamental: toda precaución es poca. Utilizar filtros solares de elevado factor de protección, repetir la aplicación cada 2-3 horas, evitar las horas de mayor exposición solar y protegerse con gafas y sombrero es imprescindible. Los daños provocados por el sol se acumulan año tras año en la piel, que «tiene memoria».
Si la posología del medicamento es una vez al día, recomendar tomarlo por la noche, para que la concentración de principio activo fotosensibilizante sea menor en el momento de la exposición a la luz solar.
Además, los alimentos y suplementos dietéticos ricos en activos antioxidantes (bioflavonoides, vitaminas A, C y E) pueden tener un efecto positivo.
Y si ya llegamos tarde… ¿Cómo podemos tratar la fotosensibilidad?
La primera medida, especialmente en el caso de la fototoxicidad, es interrumpir el tratamiento o disminuir su dosis. Si no es posible, se debe recurrir entonces a una adaptación posológica a las horas de menos luz, y evitar al máximo la exposición a las fuentes naturales o artificiales de radiación UV.
Los cuadros eritemo-inflamatorios leves pueden aliviarse con la aplicación de lociones hidratantes y compresas húmedas frías. Para aquellas afecciones más intensas, puede ser necesario el uso de corticoides tópicos (hidrocortisona, betametasona o fluticasona) o la administración de un AINE vía oral. Para lesiones exudativas, las lociones astringentes pueden ser de utilidad: sulfato de cobre y permanganato potásico. Los corticoides sistémicos se reservarán únicamente para los cuadros más graves.
Ahora bien, no es lo mismo un medicamento fotosensibilizante… que un medicamento fotosensible
Muchos de nuestros errores de concepto se deben a problemas semánticos. Y es que hay que recordar que son conceptos distintos: los medicamentos fotosensibles son aquellos sensibles a la luz. Es decir, que si no se conservan protegidos de la luz, sus características físico-químicas y farmacológicas pueden verse alteradas. Nada que ver con los medicamentos fotosensibilizantes. Éstos pueden ser los culpables de convertir el Sol en un enemigo. Así que en agosto y en enero, para tomar el sol mejor ponerse un sombrero.
Para terminar, os dejamos con el Decálogo de la AEMPS para tomar el sol de forma segura
Entrada elaborada por Marta Turu Pedrola. Farmacéutica de la Divisió d’acció territorial del medicament. Catsalut.
La publicación de esta entrada se ha realizado con carácter personal y no tiene porqué representar la posición de la organización en la que desarrolla su actividad profesional.
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