El pasado 10 de Julio 2019 se presentó la estrategia para la seguridad del paciente de Andalucía y tras enterarnos de que la directora del proyecto es farmacéutica de atención primaria, hemos querido hablar con ella.
Eva Moreno Campoy lleva realizando labores de farmacéutica de atención primaria (FAP) desde enero de 1997, primero como Coordinadora del medicamento, pasando por Técnico de Salud del Medicamento y desde 2008 como Farmacéutica de Atención Primaria, cuando se creó la categoría en Andalucía. Desde junio 2016 es Directora de la Estrategia para la Seguridad del Paciente de Andalucía.
Eva, ¿en qué consiste la estrategia para la Seguridad del paciente?
Hay que decir que la Seguridad del paciente, además de ser un derecho básico para pacientes y ciudadanos, es un empeño claro y una prioridad de la Consejería de Salud y Familias para el desarrollo de la mejora de la calidad de la asistencia sanitaria en nuestra Comunidad.
A través de ella se lideran y coordinan los esfuerzos de todos los implicados en su desarrollo y despliegue de acciones para el fomento de la seguridad del paciente en los centros,
En la elaboración de la Estrategia para la seguridad del paciente se ha empleado un método planificado y muy participativo, implicando a más de 120 profesionales sanitarios y no sanitarios, incluyendo a responsables de gestión y dirección de todos los ámbitos asistenciales.
Su contenido es un reflejo de los compromisos de la Consejería de Salud y Familias, mantenidos en el tiempo, en un contexto de alianzas, responsabilidad compartida e implicación de la ciudadanía, pacientes, profesionales y centros, así como de los niveles de gestión y decisión de política sanitaria.
El documento se estructura en diferentes apartados, incluyendo, además de los objetivos, un resumen del análisis de situación; su misión, visión, valores y la gobernanza.
Con el propósito de ser un instrumento útil, los 14 objetivos generales y los 37 específicos se han organizado en 6 áreas clave, orientando las prioridades actuales a desarrollar una cultura de seguridad entre profesionales y organizaciones.
Se ha puesto el foco en aprender de las experiencias y de los errores para reducir daños evitables y en potenciar la atención a la primera (pacientes), segunda (profesionales) y tercera víctima (organización), elevando la humanización en la atención tanto a pacientes como a profesionales. De la misma forma se ha incidido en crear redes de colaboración y conocimiento, desarrollar guías y herramientas de mejora; capacitar a los actuales y a los futuros profesionales de la salud desde las escuelas y universidades y potenciar prácticas seguras ya instauradas de una forma global, y destacándolas particularmente en pacientes en situación de especial vulnerabilidad o en escenarios considerados de mayor riesgo o de un riesgo específico. Dentro de estas prácticas se han definido actuaciones específicas en el área del medicamento para minimizar errores y reducir los daños evitables relacionados con la medicación.
Además, se ha visto oportuno incorporar el análisis y evaluación de elementos de seguridad en las tecnologías de la información sanitaria y en su uso, poniendo en relieve el papel que juegan como aliadas a la hora de ofrecer una asistencia segura. Y por supuesto, como no podía ser de otra forma, hay que realizar un especial esfuerzo para la lograr la implicación creciente de los pacientes en la seguridad de sus procesos de atención y la participación de la ciudanía en las políticas públicas de seguridad del paciente.
Debemos pensar en una política de seguridad compartida, construida de manera conjunta y transversal a todas las actuaciones realizadas en nuestro Sistema Sanitario.
¿Es nueva la Estrategia o es una actualización de otra existente?
Difícil encasillarla. Desde 2006, en Andalucía venimos apostando por el desarrollo de esta política de Seguridad del Paciente en nuestro Sistema Sanitario. Poco a poco, la organización sanitaria se ha ido impregnando de esta cultura de seguridad, dotándose de diversas estructuras, instrumentos (Decreto 51/2017), proyectos y actividades, tendentes a avanzar hacia una asistencia más segura, a través de acciones estratégicas y planificadas.
Con esta nueva Estrategia se pretenden consolidar algunos proyectos y buenas prácticas ya implementadas en los centros e incorporar nuevas recomendaciones no recogidas en las anteriores estrategias. Además, con un diseño, desarrollo y enfoque diferente a las anteriores. Entonces, quizás sí podríamos decir que se trata de una nueva Estrategia.
¿Qué te ha llevado a liderar este proyecto?
Poner a disposición de la Consejería de Salud y Familias todo lo aprendido respecto a la Seguridad del Paciente: mi experiencia como Referente de Seguridad de mi centro, desde 2005, o como Farmacéutica de Atención Primaria en la que he estado durante casi 20 años.
Sabes tan bien como yo que el profesional de farmacia de atención primaria tiene un perfil concreto para potenciar la seguridad en el uso de los medicamentos. Además del convencimiento de que es imprescindible nuestra implicación para mejorar la seguridad de los pacientes en los centros.
Aunque ahora las obligaciones son distintas, es verdad que el conocer los procedimientos, los destinatarios y los entornos en que se tienen que implementar las prácticas seguras, me han ayudado mucho a la hora de liderar este proyecto.
¿Y cómo directora, cuál es tu trabajo?
Mis principales funciones son las de coordinación, desarrollo e impulso de las líneas de trabajo institucionales. Promover e difundir la Estrategia, facilitando la implementación de las recomendaciones y buenas prácticas en los centros.
¿En qué consiste el Observatorio para la Seguridad del Paciente del Sistema Sanitario de Andalucía?
El Observatorio para la Seguridad del Paciente de Andalucía es una de las herramientas de la Consejería de Salud y Familias, creado en 2007, con el fin de “poner a disposición de los interesados”, el conocimiento generado por los profesionales y el procedente de otras organizaciones y sistemas (buenas prácticas, acciones de mejora, notificación de incidentes, etc.),
Sin embargo, dada la orientación de esta nueva Estrategia, se ha incluido como uno de sus objetivos crear un espacio virtual corporativo más ambicioso que el propio observatorio, que permita la coordinación, la colaboración, la transmisión de información y comunicación en cuanto a seguridad del paciente se refiere tanto entre profesionales como a nivel de la ciudadanía. Un espacio compartido, que nos permita aumentar y difundir el conocimiento en el SSPA (Sistema Sanitario Público de Andalucía) para mejorar la seguridad del paciente y que integre todas las herramientas necesarias (incluidas las contenidas en el Observatorio), facilitando la accesibilidad a todos los implicados.
¿Quién participa en la Estrategia, hay participación de FAPs?
En el diseño y desarrollo de la Estrategia han participado más de 120 profesionales: sanitarios y no sanitarios, responsables de gestión y dirección, de todos los ámbitos asistenciales y diferentes sectores. Se constituyeron 11 grupos de trabajo multidisciplinares para dar respuesta a las correspondientes líneas de acción y áreas clave en la que se ha estructura la Estrategia. Entre estos profesionales aparecen varios FAP. También hay que sumarle todos los integrantes de los Comités y comisiones de la gobernanza.
Sin embargo, para el despliegue de la Estrategia, es decir lo verdaderamente importante, es necesario la implicación y el compromiso de todos los profesionales, haciendo especial mención a los Referentes de Seguridad, los gestores de incidentes y los integrantes de las Comisiones de Seguridad de los Centros, que junto con los cargos directivos de éstos serán los encargados de impulsar dicho despliegue.
¿Quiénes son los principales destinatarios de la estrategia?
Sin duda alguna los pacientes, que junto con los profesionales son los principales actores de este proyecto.
¿Qué líneas de trabajo incluye?
Tal como he comentado al principio son muchas. Siguiendo la estructura de la Estrategia las áreas clave son:
- La seguridad en la Organización: acciones relacionadas con el modelo organizativo, poniendo el acento en la transparencia, el compromiso y el liderazgo, la cultura de seguridad, incidiendo en la colaboración y comunicación y el control y seguimiento de entornos de trabajo seguros.
- Gestión de riesgos, aprendizaje y mejora continua: Va dirigida a la formalización de sistemas organizativos estables para la gestión de riesgos en los centros y servicios, los sistemas de notificación, la gestión proactiva y reactiva de los riesgos y la atención a la primera, segunda y tercera víctima de eventos adversos.
- Atención integral segura: en este bloque se aborda el impulso a las prácticas seguras para garantizar la identificación inequívoca del paciente y su correcta verificación, desarrollar actuaciones para mejorar la seguridad de los pacientes en las transferencias, promover medidas para disminuir las infecciones asociadas con la atención sanitaria, avanzar en el uso seguro de la medicación, instaurar y reforzar medidas que mejoren la seguridad en la asistencia directa al paciente, desarrollar acciones para el uso seguro de pruebas diagnósticas in vitro y de las radiaciones ionizantes en la atención sanitaria o desplegar actuaciones para mejorar la seguridad del paciente en el proceso transfusional. Además se han incluido objetivos concretos desde la perspectiva de pacientes en situación de vulnerabilidad o en escenarios considerados de especial riesgo.
- Seguridad del paciente y tecnologías de la información sanitaria. En esta área se incluye la evaluación de elementos de seguridad en las tecnologías de la información sanitaria, su uso seguro y el fomento de mejoras en la práctica asistencial apoyadas en dichas tecnologías.
- Implicación activa de pacientes y ciudadanía: este apartado incorpora elementos relacionados con la información a pacientes, con la concienciación y formación en su propia seguridad y con la participación activa de pacientes y ciudadanía en la seguridad de sus procesos de atención y en las políticas públicas de seguridad del paciente.
- Conocimiento e innovación en seguridad: incluye aspectos vinculados a la generación del conocimiento en seguridad: formación, competencias, difusión de buenas prácticas e impulso de la investigación e innovación en seguridad.
¿Qué iniciativas relacionadas con el medicamento contempla?
Sin lugar a dudas, dado el volumen de errores relacionados con los medicamentos y su elevada evitabilidad, esta es una línea relevante. Por ello, el SSPA continúa trabajando sobre esta práctica segura, coincidiendo además con el tercer reto de la OMS “Medicación sin daño”. Recordemos que los errores en el uso de medicamentos, incluyendo las vacunas, son una de las principales causas de eventos adversos. Además, en la producción de estos eventos intervienen factores relevantes como las características de los pacientes, las propiedades de los propios medicamentos y elementos relacionados con el proceso de utilización de los fármacos en todas sus derivadas.
Así, las recomendaciones contempladas en la Estrategia para la Seguridad del Paciente se dirigen hacia las principales líneas para la prevención de errores de medicación como son la revisión, adecuación y conciliación del tratamiento. Se incluyen, al mismo tiempo, orientaciones vinculadas a la necesidad de seguir potenciando el manejo de medicamentos de alto riesgo tanto en atención hospitalaria como en atención primaria y para pacientes crónicos. Se considera también necesario avanzar en mejoras que contemplen el perfil creciente de pacientes pluripatológicos y polimedicados, la asistencia sanitaria en escenarios plurales como la atención domiciliaria o los ámbitos de coordinación sociosanitaria, la evaluación de los procedimientos y acciones respecto al uso seguro de los medicamentos, la aparición creciente de nuevos fármacos y la necesidad de conocer más y mejor los riesgos asociados a determinados grupos de medicamentos.
¿Cómo se implementan las iniciativas en la comunidad autónoma?
A través de la Gobernanza de la Estrategia para la Seguridad del Paciente que se ha constituido bajo cuatro principios fundamentales: transversalidad de sus actuaciones en todo el Sistema Sanitario Público de Andalucía, orientando e implicando al resto de estrategias y planes; la participación activa de profesionales y gestores del SSPA; la implicación de la ciudadanía y pacientes y la coordinación y descentralización de actuaciones, para que sea factible su desarrollo y la implementación de buenas prácticas en los distintos centros.
¿Tenéis resultados sobre las iniciativas relacionadas con la seguridad de medicamentos?
Como parte del proceso de elaboración de esta Estrategia, era necesario tener una imagen global de la situación de la Seguridad del Paciente en Andalucía en los últimos años, para lo cual se llevó a cabo un análisis de situación con información de una combinación de fuentes con datos cuantitativos y cualitativos, revisión de informes y recogida de la opinión y perspectiva de diferentes agentes implicados. Entre otros aspectos se profundizó en las iniciativas relacionadas con los medicamentos. Así que respondiendo a tu pregunta sí, tenemos alguna información, aunque sinceramente no toda la que nos hubiera gustado, esto constituye de por sí un área de mejora.
Por poner algunos ejemplos, en estos años se ha trabajado en el desarrollo e implantación de sistemas de ayuda a la prescripción relacionados con la seguridad del paciente (interacciones, iconos informativos de alertas al profesional, etc.); en la implantación del Sistema de dispensación por dosis unitaria en los hospitales, alcanzándose el 85% de las camas; extensión del Sistema de prescripción electrónica a consultas externas y servicios de urgencias, siendo la media de hospitales del 84%, 100% en Atención Primaria, establecimiento de procedimientos normalizados de trabajo sobre revisión de la medicación en pacientes polimedicados y/o pluripatológicos, actividades de revisión de pacientes con potenciales problemas de prescripción relacionados con la seguridad, elaboración de fichas de revisión de la seguridad de medicamentos particularmente con medicamentos de reciente comercialización; o en la potenciación de la conciliación, actualmente el 80% de los centros cuenta con protocolos de conciliación de la medicación al ingreso y al alta y el 63% también durante las transiciones.
¿Hay algún tipo de coordinación entre CCAA?
Sí, existe un Comité Técnico Institucional en el que estamos representantes de todas las Comunidades Autónomas.
¿Cómo ha contribuido el FAP en este proyecto?
Como he mencionado anteriormente el FAP ha participado activamente en algunos de los grupos de trabajo. No obstante, creo que la pregunta debería ser ¿Cómo puede contribuir el FAP en el despliegue de este proyecto? Estoy segura que los farmacéuticos de atención primaria asumirán las diferentes recomendaciones, no solo de la línea del uso seguro de medicamentos, sino de las diferentes áreas en las que puede aportar un valor añadido, poniendo en valor sus competencias, conocimientos y experiencia, además de en los medicamentos, en trabajo de implementación, trabajo en equipo, comunicación y coordinación favoreciendo la continuidad asistencial, tan necesaria en la mejora de la Seguridad del Paciente.
La formación como Farmacéutico de Atención Primaria claramente ha favorecido el desarrollo de la Estrategia, aunque lo que realmente ha primado han sido los años de experiencia en los aspectos de gestión. Aspectos, sobre los que aprovecho para poner de manifiesto y que, en mi opinión, debería tener un FAP dentro de su formación básica. Estamos hablando de las llamadas habilidades directivas, que aunque tengan ese apellido son necesarias en muchas de las actividades que desarrolla un FAP como pueden ser la gestión de equipos, dirección de reuniones, liderazgo, comunicación, inteligencia social o gestión de conflictos.
Para aquellos que queráis profundizar, os dejamos con el documento «Estrategia para la seguridad del paciente»
Entrevista realizada por Inmaculada Moraga Ropero. FAP en el DS Málaga- Guadalhorce. Andalucía