Muchas son las aportaciones de nuestros compañeros FAPs en esta dura pandemia sin precedentes en los distintos ámbitos asistenciales que han requerido de una rápida capacidad de adaptación en tiempo récord. El objetivo de esta entrada es explicaros mi experiencia en un hotel sanitario.
¿Cómo empezó todo?
Desde que se decretó el estado de alarma debido a la situación de emergencia de salud pública por todos conocida, el incremento de los casos afectados de COVID-19 junto con la falta de recursos para realizar el correcto aislamiento, obligó a adaptar espacios y estructuras para tal fin.
Así fue como desde el Servicio Catalán de Salud (CatSalut) se pidió a Mútua de Terrassa que gestionara y adaptara el Hotel Terrassa Park, situado en la ciudad de Terrassa (Barcelona), en un dispositivo sanitario para atender los casos afectados de COVID-19 de la zona de influencia (población de 220.000 habitantes)
En tan sólo 4 días se organizaron las dos plantas del hotel, con 70 habitaciones y una capacidad máxima para atender hasta 140 pacientes, equipadas con recursos humanos y material (dos controles de enfermería con su botiquín de planta correspondiente y los cajetines de unidosis), convirtiéndose en un centro sanitario multidisciplinar que funcionaba los siete días de la semana durante 24 horas. El personal asistencial estuvo formado por facultativos jubilados, médicos de Atención Primaria, médicas residentes que habían aprobado la convocatoria MIR 2020, una farmacéutica de atención primaria, estudiantes de último año de enfermería y auxiliares de enfermería.
¿Durante cuánto tiempo? ¿Qué tipo de pacientes?
El Hotel Terrassa Park estuvo funcionando desde el pasado 27 de marzo hasta el 15 de mayo del presente año. Acogió pacientes afectados de COVID-19 procedentes de los Hospitales de la zona (Hospital Mútua de Terrassa y Hospital de Terrassa, principalmente) que no podían o no era sanitariamente aconsejable que permanecieran en cuarentena en su domicilio y se consideraban de bajo riesgo. Las competencias del FAP se ajustaban perfectamente para realizar una adecuada atención farmacéutica a este tipo de paciente.
En total fueron 144 pacientes, con una media de edad de 60,6 años [24-91] de los que el 55,5% eran hombres. El diagnóstico clínico principal fue de neumonía en un 86,9% de los pacientes. Casi la mitad de ellos (68; 47,2%) no presentaban antecedentes patológicos conocidos y de los 76 restantes, un 54% sólo presentaban 1 patología, siendo la hipertensión la más frecuente. Del resto de patologías, la diabetes, la EPOC y el asma (en este orden) fueron las más registradas.
¿Cómo funcionaba y cuál fue la aportación del FAP?
El paciente cuando ingresaba en el hotel, procedente del hospital, traía la medicación para 48 horas. El FAP junto a los médicos, revisaba y conciliaba su tratamiento, adaptando y seleccionando los medicamentos a la guía farmacoterapéutica del hospital. Día a día, tras el pase de visita, se comentaban las dudas, cambios y necesidades que iban surgiendo, siendo los ajustes de dosis, interacciones, disponibilidad y adecuación de tratamientos, las consultas que atendí mayoritariamente. Los constantes cambios de los protocolos de tratamiento para la COVID-19 exigían una actualización en tiempo récord para revisar el resto de medicamentos que los pacientes ya llevaban en su prescripción crónica.
Es preciso destacar que en relación a la adecuación de tratamientos realizada con el médico de Atención Primaria, los broncodilatadores en pacientes con EPOC o asma fueron los que más se modificaron, debido principalmente a la falta de adherencia y al uso incorrecto de los inhaladores. También fue necesario reajustar tratamientos antihipertensivos y antidiabéticos.
La facilidad de disponer de prescripción electrónica e historia clínica integrados en un mismo entorno informático, permitió realizar el seguimiento del paciente desde su ingreso en el hospital, el traslado y estancia en el hotel hasta la conciliación al alta. Es necesario destacar aquí la importante labor de gestión en los sistemas de prescripción puesto que los facultativos manejaban dos entornos de prescripción diferentes: el del hospital y el de la receta electrónica utilizada en el ámbito de atención primaria.
En relación con el personal de enfermería, ayudé en funciones básicas de identificación y revisión de medicamentos, revisión de caducidades, administración de medicamentos y algún que otro producto sanitario.
Integrado plenamente en el equipo asistencial trabajé codo con codo con el personal facultativo; es preciso señalar la rápida adaptación y aprendizaje que mostraron los profesionales en formación (estudiantes y residentes naïve) La inestimable experiencia y capacidad docente de los facultativos jubilados de medicina y enfermería, junto con la motivación y empeño que mostraron el resto de personal, hizo que esta experiencia resultara satisfactoria a nivel personal y provechosa a nivel colectivo.
De vital importancia, también, fue la función del personal administrativo, tanto interno como del Hotel, y del personal de limpieza para gestionar la logística y garantizar las medidas higiénicas de forma que nadie se contagió en todo ese tiempo.
Y para concluir…
Es así como creo que los FAP podemos aportar nuestro granito de arena ampliando nuestras funciones, implicándonos y corresponsabilizándonos con los profesionales sanitarios tal y como tenemos bien definida en nuestra Cartera de Servicios del FAP y como se comentaba en este blog en la entrada «Aportación del FAP en la fase post-aguda de la COVID-19: todos sumamos»
No quería terminar sin agradecer a todos mis compañeros farmacéuticos del Servicio de farmacia su inestimable apoyo durante todo este tiempo, ejerciendo una labor en equipo imprescindible para cubrir todas las funciones (las propias del hotel más las de Atención Primaria).
Entrada elaborada por Rosa Tomás Sanz. Farmacéutica de Atención Primaria. Mútua de Terrassa. La publicación de esta entrada se ha realizado con carácter personal y no tiene porqué representar la posición de la organización en la que desarrolla su actividad profesional.
Mi hermano ha sido uno de los contribuyentes con su hotel y ha puesto su granito de arena, leyendo este articulo me ha entrado nostalgia y pena por como está el panorama.
Mucho ánimo para todos
gracias por tu comentario