“Un analgésico prohibido en Reino Unido se relaciona con muertes de británicos en España” (noticia publicada en The Guardian a 26 de noviembre de 2023). Otra vez volvemos a tener el metamizol en el punto de mira de todos los titulares, especialmente de los medios de comunicación británicos, pero ¿qué está pasando realmente?
La Asociación de Afectados por Fármacos (ADAF) ha presentado recientemente una denuncia contra el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) por «inacción a la hora de proteger a la ciudadanía de los riesgos del metamizol». Inmediatamente después hemos visto en redes un gran revuelo cuando se ha comprobado que es un medicamento prohibido en numerosos países de la UE, además de Estados Unidos. Aprovechamos para recordar que eso es algo frecuente en aquel país, sobre todo cuando se trata de medicamentos europeos; no parece que tengan el mismo celo por la seguridad con medicamentos made in USA como la tolbutamida, un antidiabético que lleva décadas retirado de Europa por aumentar el riesgo cardiovascular de quien lo toma.
Dicho esto, pasemos a abordar ciertas cuestiones:
En base a la revisión de toda la información disponible, tanto la histórica como la más reciente, se ha concluido que no existen nuevos hallazgos que cambien el perfil del riesgo de agranulocitosis ya conocido para metamizol. Así que nada nuevo bajo el Sol…
Ahora bien, el impacto de la globalización y la elevada frecuencia del turismo británico en España son factores a tener presentes, pues nuestro entorno es dinámico, cambiante y cada vez más universal.
Entrada elaborada por Marta Turu Pedrola, directora del Comité Editorial del Blog de la SEFAP.
La publicación de esta entrada se ha realizado con carácter personal y no tiene por qué representar la posición de la organización en la que desarrolla su actividad profesional.