En un momento donde crece la preocupación sobre las desigualdades y deficiencias de la atención farmacéutica dentro de los centros penitenciarios, en Cataluña se ha dado el primer paso para mejorar esta prestación a través de la integración del personal sanitario de centros penitenciarios (médicos, enfermeras y auxiliares) en la red asistencial pública.
Aunque todos tenemos bastante claro en qué consiste la asistencia sanitaria primaria, hospitalaria e incluso el perfil de los centros sociosanitarios, no todos tenemos presente en qué consiste o qué peculiaridades tiene la asistencia sanitaria dentro de los centro penitenciarios ya que en la mayoría de las Comunidades Autónomas depende del Ministerio del Interior. En Cataluña ha sido transferida al sistema sanitario público y, como consecuencia, el personal sanitario de centros penitenciarios ha sido incorporado a la red sanitaria pública como equipos de atención primaria penitenciaria (EAPP) con el objetivo de potenciar y asegurar la continuidad asistencial de estos pacientes dentro y fuera del centro. Esto ha comportado un nuevo paradigma en la estructuración y organización de la sanidad penitenciaria, y, en concreto, a nivel de farmacia, esta integración ha supuesto una reestructuración de la organización farmacéutica; de forma que cada depósito de medicamentos que existe en cada centro penitenciario de Cataluña ha quedado vinculado a un servicio de farmacia de atención primaria, o a un servicio de farmacia hospitalario, en su defecto.
Si intentamos hacer comparaciones, se trata de un ámbito sanitario a medio camino entre la atención primaria y la atención hospitalaria, siendo quizás más parecido a un centro sociosanitario, en lo que se refiere a la gestión de la medicación dentro del centro.
Desde el Servicio de Farmacia del Ámbito de Atención Primaria de Barcelona Ciudad suministramos y realizamos el control de medicamentos de dos de estos centros: uno de hombres (1599 plazas) y otro de mujeres (470 plazas). Los dos centros son, principalmente, de régimen de preventivos, lo que implica una alta rotación de internos dentro del centro; con un total de ingresos anuales de unas 3.000 personas entre los dos centros.
El perfil del paciente atendido en los centros penitenciarios es ligeramente diferente al paciente que nos podemos encontrar habitualmente en atención primaria o el que nos encontramos en la atención hospitalaria. Se trata de pacientes normalmente jóvenes (media 36-38 años) con una baja carga terapéutica (media 3,2-3,7 medicamentos/paciente) y con una alta frecuencia de patología psiquiátrica, infecciosa y toxicómana. Dependiendo del centro, un 50-80% del total de internos reciben al menos algún medicamento. Un 75% de los pacientes que reciben tratamiento tiene prescrito algún medicamento psicótropo, un 8% un tratamiento antirretroviral y un 4,1% un tratamiento para la infección por el virus de la hepatitis C.
En relación a la dispensación de la medicación al paciente, al contrario que en los hospitales, en estos centros se les dispensa la medicación de manera semanal con el objetivo de favorecer la autonomía del paciente; excepto la medicación psicotrópica, que es dispensada por toma y administrada bajo la supervisión de una enfermera o auxiliar, para evitar el tráfico de estas sustancias dentro del centro.
Dentro de estos centros también se realizan programas de mantenimiento de metadona (PMM) para los pacientes con dependencia a opiáceos. Aunque los pacientes incluidos en este programa han ido disminuyendo debido al cambio en los hábitos toxicómanos de los pacientes, actualmente tenemos aproximadamente un 7-10% de los pacientes internos en PMM, con una dosis media diaria de 33 mg, lo que supone un consumo medio mensual de metadona en nuestros centros de 19L de solución de metadona 5mg/ml.
Cuando las diferentes comunidades autónomas empiezan a moverse para mejorar la asistencia dentro de los centros penitenciarios, la atención primaria debe tener un importante papel en la participación de este proceso, por tratarse de un paciente que se va moviendo entre el ámbito ambulatorio y el centro penitenciario. Por este motivo, la atención farmacéutica en los centros penitenciarios abre nuevas perspectivas profesionales para el farmacéutico de atención primaria.
Entrada elaborada por Amelia Troncoso Mariño. Farmacéutica de Atención Primaria.
La autora trabaja actualmente en el Servei de farmàcia d’Atenció Primària de Barcelona Ciutat del Institut Català de la Salut. La publicación de esta entrada se ha realizado con carácter personal y no tiene porqué representar la posición de la organización en la que desarrolla su actividad profesional.