En el marco de la atención sanitaria, la labor del Farmacéutico de Atención Primaria (FAP) ha adquirido un papel crucial en el proceso de validación de tratamientos, destacando el caso particular de Paxlovid® (Nirmatrelvir/Ritonavir).
Con la autorización de comercialización de este tratamiento por vía oral para la Covid-19, se estableció la necesidad de una validación farmacéutica previa a su dispensación debido al perfil de interacciones y advertencias especiales de uso que tiene este fármaco. Esta necesidad fue establecida por la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), permitiendo a cada Comunidad Autónoma establecer su propio circuito.
La inclusión del FAP en este proceso de validación farmacéutica contribuye significativamente a la seguridad y eficacia del tratamiento, especialmente en poblaciones vulnerables. En esta entrada del blog, comentaremos la experiencia en la Comunidad de Madrid, detallando el proceso de validación del que forman parte los FAPs y revelando el perfil de los pacientes beneficiados de esta nueva alternativa terapéutica.
En términos de perfil de pacientes, queda claro que aquellos a los que se les dispensó el fármaco eran principalmente personas de edad avanzada con al menos un factor de riesgo para la progresión de la enfermedad. Esta información es esencial para la planificación y ejecución de estrategias de salud pública, así como para la toma de decisiones clínicas en el ámbito de la atención primaria.
Entrada elaborada por Ana Blázquez Valerón (Servicio de Farmacia de Atención Primaria, Dirección Asistencial Sur. Servicio Madrileño de Salud), ganadora del primer premio del XXVI Congreso SEFAP a la mejor comunicación oral (que tenéis disponible aquí)
La publicación de esta entrada se ha realizado con carácter personal y no tiene por qué representar la posición de la organización en la que desarrolla su actividad profesional.